Cartita

Kari, en estos cuatro meses me has convertido en una de las personitas más afortunadas del mundo. Desde que llegaste, mi vida empezó a tomar un rumbo que no sabía que necesitaba. Todo se volvió más suave, más bonito, más lleno de ganas. Ahora cada día tiene un motivo: esa llamada por la noche, esos fines de semana en los que vemos películas juntitos, ese conteo silencioso de días para volver a abrazarte. Y todo por una coincidencia que, en la playa, decidió convertirse en destino.

Me encanta absolutamente todo de ti: tus palabras que me calman, tu sonrisa que se me queda pegada en la mente, tus fotos que me alegran el día, tus hábitos que me hacen quererte más. Hay algo en tu forma de ser que encaja de manera perfecta con la mía, como si el universo hubiera ensayado muchas veces antes de cruzarnos.

Nunca había estado tan seguro de entregar mi amor así, entero, sin miedo. Y lo hago porque contigo es distinto, porque contigo se siente correcto. Nunca había hecho un detalle de este estilo para nadie, pero contigo todo nace natural, como si mi corazón ya supiera qué hacer antes que yo.

A tu lado he aprendido cosas valiosas. No solo sobre el amor, sino sobre mí mismo. Tienes un impacto real en mis metas, en mis sueños, en mis planes. Me descubrí imaginando futuros, y todos, absolutamente todos, te tienen ahí.

Y algo que siempre agradeceré es la seguridad que me das. Hemos tenido pláticas difíciles, es verdad, pero aun en esos momentos me recuerdas lo que permanece: nuestro cariño, nuestra lealtad, nuestro respeto. Lo esencial. Lo que no se rompe.

Por eso te elijo. Hoy, mañana y cada día que pueda. Te he dicho que eres mi más bonita coincidencia, pero también eres mi decisión consciente, mi elección que no cambia.

Falta casi un mes para vernos, y me encanta que, aunque ya tenemos tiempo juntos, siempre enciendes mi chispa. Haces que de alguna forma todo siga sintiéndose nuevo. Me emociono, me pongo nervioso, me dan ganas de estar perfecto para ti, Y cuando pienso en ese momento, cuando por fin vuelva a verte, es imposible no sentirme completamente vivo.